domingo, 3 de julio de 2016

POLITICA NACIONAL PARA LAS ARTES DE LA VISUALIDAD.


Existe un chiste que dice que la política de artes visuales es un asunto demasiado importante como dejárlo en manos de los artistas convertidos en gestores y en operadores de política vulgar.

Mucho se ha hablado de Cerrillos. Es un caza-bobos. Vale decir,  allí se concentra toda la discusión sobre  la justificación de un centro de arte, para desviar la atención de la política nacional de artes visuales.  

Hasta el momento,  los planes puestos en funcionamiento por  la incompetencia  del equipo de artes de la visualidad   conducen a reproducir las mismas prácticas colonialistas ya fallidas destinadas a-enseñar-a-hacer-dossiers a artistas de regiones. En otras ocasiones se dedican a contratar a sus amigos para  viajar a  lugares extremos para realizar talleres inclusivos y participativos,  como si los artistas de regiones fuesen alumnos suyos de taller de grado en alguna escuela perteneciente al fraude santiaguino.  Todo sea para realizar  una  clínica con rasgos de pseudo-residencia,  qe permita  “reforzar” la  fotografía local y así poder cumplir con la cuota  de “formación”  exigida.   Bien por ellos.   Después hacemos un seminario  para “enseñar” a especular con los  “foto-libros”. Al menos, fotografía podría sacarle plata al fondo del libro para promover la edición como plataforma sustituta para el desarrollo de su campo. No es necesario gastar todo ese dinero en financiar el FIFV, que ya está funado. Perdón, ¿todavía siguen con eso?  ¿Cuánto de su presupuesto destinan al fortalecimiento de las escenas fotográficas locales?  ¿Qué proyectos tienen con los embriones de fotografía de jóvenes mapuches que se formaron gracias al trabajo de mucha gente en la Araucanía, para contrarrestar la política reductiva de los medios de comunicación nacionales?

Así no se hace una política nacional, dando la espaldas a las iniciativas locales, que son muchas y que le demuestran a los pequeños burócratas de Santiago que es posible innovar con pocos recursos, fuera de la capital, que  -por lo demás- es una escena más provinciana que las escenas regionales;  porque al final  de cuentas  mide sus aspiraciones con escenas como la de Sao Paulo y Buenos Aires. Por eso tiene esa fascinación por ArteBA.  ¿No les parece una vergüenza que la política de artes visuales del gobierno de la Señora Presidenta  esté montada sobre la “fantasmalidad” de una feria de arte privada? ¿Y que por añadidura, opera en un nuevo contexto político dominado por la centro derecha? ¿Pero que les está pasando?  Ah, pero no se atreven a hacer esto mismo que hicieron en Buenos Aires, en ARCO. Ni en SP.  No les da.

Por esta razón,  los artistas  santiaguinos de la generación de Camilo Yáñez  y los que la anteceden  necesitan un centro que satisfaga sus aspiraciones ya fracasadas. Pero en ese fracaso no pueden acarrear al país entero. Porque  se trata de artistas que  ya no tienen ninguna posibilidad de carrera y solo les queda soñar con disponer de miles de metros cuadrados, donde lograrán ser exhibidos bajo ciertas condiciones mínimas, para que los vengan a ver unos curadores que son traídos a  Chile para raspar la olla.  Así no se hace una política de internacionalización.  Pero no existe ninguna certeza de que estas invitaciones se conviertan en propuestas formales para exponer en centros y museos de Brasil, México o Centro América.  No se si se han enterado pero la crisis de los museos europeos apunta a las artes africanas y asiáticas. Es una lástima, pero es “un signo de los tiempos”.

Solo cuando les recortaron el presupuesto los museos descubrieron que debían refugiarse en las “artes de lo común”. ¿Es lo que hará este centro en Cerrillos con las nuevas poblaciones anunciadas? ¿El arte les servirá para legitimar una  deficiente política de vivienda popular? Ahora, Cultura ya no está destinada a hacer prevención de riesgo social para el Ministerio del interior, sino que ha descubierto su nueva funcionalidad en la construcción de compensación para el MINVU.

¿Ven? Esto no lo pueden hacer ni con el teatro, ni con la música, ni con el cine. Por de pronto, la Ministra del Teatro no se los permitiría.  Dejándose de cosas, Romero es la única que tiene “política nacional”.  (Aplausos).

En tal panorama,  ni los metros cuadrados ni la remodelación arquitectónica  resuelven la crisis de colocación internacional de la generación de Camilo Yáñez.  El tema es la política nacional.  Muéstreme donde están sus expertos.  ¿Cuál es la lectura que su equipo hace de las escenas locales? Una región es un campo en extremo estratificado y tengo la certeza de que carecen de conocimiento zonal y nacional de las realidades locales.  No disponen de un mapa de la complejidad  etnográfica que significa reconocer la existencia de prácticas artísticas diferenciadas y temporalmente encaramadas, en que se comparte la contemporaneidad de lo no contemporáneo.

Porque citar a Jean Rouch o Harald Szeeman no basta.  Re-leer a Bourdieu e intentar “aplicar” el modelito del Palais de Tokyo/ Beaux-Arts  es comparable a convertir “Copiar el Edén” en un guión para una muestra  “indispensable”.  No es necesario montar centros de urgencia plástica, sino editar buenos libros que por lo menos tendrán la virtud de estar en las vitrinas de las tiendas de los  grandes museos y centros en forma.  Y en ese sentido, “Copiar el Edén”, pese a ser un muy buen libro malo, funciona. Esa es, por lo menos, una inversión en un fraude altamente estructurado que al menos produce un rédito ilusorio que calma las conciencias.

Ahora,   el debate sobre una política nacional no puede ser la expansión de los problemas de “la Chile”. Ni  para eso los académicos hitóricos se ponen de acuerdo. El candidato a rector apoya la iniciativa de Camilo Yáñez para dejar fuera al director del MAC, que se lamenta de haber sabido del centro escuchando el mensaje del 21 de mayo.  Lo cual no es efectivo porque ya había elaborado una hipótesis que “amplificaba” el MAC desde Quinta Normal a Cerrillos, pensando en que su sola existencia como un museo universitario fracasado era la base del “centro de arte” efectivo para las generaciones futuras. ¡Lo que  Brugnoli quería era superar a la escuela de su propia universidad para sepultar la epopeya de la Reforma Universitaria y hundir el nombre de Balmes para siempre! Imaginen lo que sería el Magister en Maltrato en Cerrillos.  Mitomanía académica que Camilo Yáñez derribó al “levantarle” Cerrillos y ponerlo al servicio de la política escenográfica de Ottone. Por eso Brugnoli está tan picado; porque pudo haber tenido Cerrillos para sí, y el otro le ganó el quien vive. Por eso  es una farsa sostener  que se enteró el 21 de mayo. Desde fines del año pasado que se ríen de él en el CNCA porque le levantaron Cerrillos a la Chile,  incluida la secretaria.  Y en eso ocupan su tiempo. A eso le llaman “hacer política”.

Como se verá, nada de esto es muy serio. La puesta en crisis de las condiciones de exhibición conduce a sustituir la pulsión del colgaje y de la instalación de gabinete por experiencias relacionales que están más cerca de la animación social y cultural de comunidades vulnerables.  De seguro, podrían tercerizar el manejo de poblaciones barriales vulnerables y subcontratar a  Galmet –por fin- para que les haga el trabajo de campo.  También pueden abrir una sucursal de Balmaceda, para hacer talleres juveniles y montar  experiencias  de hackeo   anti-imperialistas.

Pero eso que se supone será realizado en Cerrillos, no legitima la decisión, porque eso querrá decir que harán trabajo con la “baja cultura” solo para garantizar los recursos que necesitan para su  “alta cultura”.  Lo cual, en el fondo, es una frescura estructural que se “chupará” toda la plata, en desmedro del desarrollo de las escenas regionales,  convenientemente jerarquizadas. No se entiende cómo no se han rebelado las direcciones regionales por semejante golpe al desarrollo local de las artes visuales.

No se les ocurrió nada mejor que inventar el nombre Macro Zona, para juntar a varias regiones, con características relativamente similares.  Lo cual es un error, porque no se determinado conceptualmente las fronteras. 

Les pongo un ejemplo:  el concepto inventado en Talca, en la Escuela de Arquitectura, de la Ciudad-Valle-Central, obliga a entender cómo una zona específica del territorio que va desde Rancagua a Chillán modifica las relaciones del conocimiento y del paisaje, desde prácticas que superan las disciplinas del área de artes de la visualidad y las problematizan como una plataforma de intervención sin precedentes. Y que San Felipe, que  es la última frontera del Norte Chico, antes de entrar a la Metropolitana, se conecta con formas complejas de religiosidad popular que “destruye” toda cercanía performativa.  Al menos, la problematiza.  Lo menciono,  solo para entender la naturaleza de los cortes, que obliga a recuperar micro-zonas de gran singularidad, como el interior de la Quinta, y los bordes de Placilla, que remiten a pasados históricos extremadamente diferenciados y que en no todas partes el desarrollo del arte contemporáneo es unitario y homogéneo.

Es más: hay zonas más tardo-modernas que pueden reproducir sus condiciones en un largo plazo sin “traumas” significativos.  En cambio hay zonas aceleradas,  hasta diríamos alteradas, pero carentes de capacidad de escenificar una producción, en las que se mantienen a duras penas, de manera muy forzada, prácticas contemporáneas academizadas y acopladas al gusto dudoso de las élites regionales.

Ahora, en el Norte Grande, el apoyo  de las mineras está dirigido hacia las artes del espectáculo; escasamente hacia las artes visuales. Estas no reditúan.  ¡Que lástima! Y quienes ganan son siempre artistas metropolitanos que son “contratados” para ir a construir un “mojón” en las cercanías de Humberstone o de Caspana, cuando el territorio está ya mapeado simbólicamente por las “chullpas”.  Es solo por poner otro ejemplo de cómo muchas prácticas sociales producen efectos estéticos más consistentes que la propia producción de arte.

Entonces, el  tema del centro de arte  no es el tema.  El tema del debate es la  política nacional.

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