Un amigo mío me sacó fotocopia de un artículo que apareció
en el número de julio de la revista Beaux
Arts y que aborda el nombramiento de la ministra de cultura de
Francia, bajo Macron. La bajada para el artículo es suficientemente
elocuente: después de la inmensa
decepción suscitada por el quinquenio presidencial precedente, no solo en
materia de cultura, este nombramiento ha
sido saludado con expectante confianza. Es primera vez que una editora llega a
dirigir el ministerio de la Cultura.
Hay que decir que la sorpresa fue total, ya que la lista de
candidatos era consistente. Pero fue finalmente la editora y presidenta de
Actes Sud la escogida, sin que nadie lo
hubiese siquiera presentido.
Sophie Flouquet, la periodista que analiza este nombramiento
escribe una página magistral sobre por qué Françoise Nyssen, proveniente de la
sociedad civil y empresaria editorial
discreta e independiente, aparece como la persona idónea para recuperar el
lustre de una casa –el ministerio- que
se volvió la residencia de un fantasma.
Habiendo seguido estudios avanzados en biología molecular,
se dedicó un tiempo al urbanismo y luego llegó a conducir la casa editorial que
había fundado su padre, a lo más alto.
Pero eso no es todo. En Arles, ha
sido la co-fundadora de la “Asociación cultural del pasaje Méjan”, “lugar
atípico donde la casa de ediciones cohabita con un cine y salas de concierto y
de exposición”. Al mismo tiempo “es la creadora de una escuela de pedagogía
benevolente, el Dominio de lo Posible, a partir de un drama personal”. Al ser
nominada, Françoise Hyssen declaró que probablemente Macron la había llamado
por sus “trabajos prácticos”. Es decir, por una experiencia de terreno que la
ha hecho entender el modo como tienen lugar las cosas en los territorios.
Sin embargo, lo más extraordinario –a mi juicio- fue que
en el momento de asumir su cargo,
expresó su doxa citando al filósofo
Edgar Morin: “A fuerza de sacrificar lo esencial en provecho de la urgencia, se
termina por olvidar la urgencia de lo esencial”.
Sin embargo, Sophie Flouquet señala un punto débil: “su
inexperiencia total en política y en el manejo de los dossiers técnicos”. Para
eso, Macron le puso a l lado a un veterano de las cuentas y de la
administración del Estado, especialista en industrias culturales, Marc
Schwartz. Este duo tendrá que apurar su
rodaje para enfrentar los espinosos problemas de los “intermitentes” y el
financiamiento del audiovisual público.
¡Pero eso no es todo! La revista hace, luego de esta
presentación, una lista de iniciativas que considera imprescindibles. No es su
interés dictar la hoja de ruta a la ministra, pero Sophie Flouquet junto a
Fabrice Bousteau hacen una lista de 20
propuestas que les parecen debieran ser consideradas.
1.- Hacer que el ministerio sea la casa de los artistas…
2.- …poniendo en duda su organigrama (bajo el quinquenio de
Sarkozy el ministerio fue dividido en dos direcciones: Patrimonio y Creación.
Nunca funcionó).
3.- Aumento de los presupuestos de funcionamiento de los
museos franceses, para permitirles ser un contrapunto real al mercado.
4.- Estudiar con lupa y junto a las colectividades
locales, el mapa del país para
identificar los “desiertos culturales”.
5.- Crear cinco o seis polos artísticos regionales que
reúnan a las FRAC, las escuelas de arte y los centros de arte.
6.- Abrir las universidades a las artes, según el modelo
anglosajón.
7.- Poner a funcionar el programa Erasmus en las escuelas de
arte.
8.- Abrir pequeñas Villa Medicis en los países emergentes.
9.- Redinamizar las “artotecas” para tener arte en su casa,
tomando obras prestadas como se hace con un libro en una biblioteca.
10.- Redefinir la ley de mecenazgo y desarrollar la
filantropía individual.
11.- Re invertir en las Casa de la Cultura.
12.- Hacer un moratoria en las tarifas de billetería de los
equipamientos culturales subvencionados.
13.- Promover las relaciones entre establecimientos
culturales y comités de empresa.
14.- Reclutar directores de establecimientos culturales
sobre un proyecto concreto hecho público con antelación.
15.- Favorecer la apertura de laboratorios de creación en el
seno de estructuras de investigación.
16.- Correlacionar el
régimen de intermitencia con la educación artística en la escuela.
17.- Re invertir en el patrimonio histórico para asegurar su
sobrevivencia.
18.- Reformas algunas estructuras culturales.
19.- Lograr que
funcione el Pass cultural para los
jóvenes.
20.- Imponer al
presidente de la república y sus ministros de asistir a un acto cultural por semana.
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